From Personal Healing to Mission: My Journey with Plasma GaNS

De la sanación personal a la misión: Mi viaje con el Plasma GaNS

De repente, aparecieron manchas rojas y escamosas en mi piel. Intensos y dolorosos síntomas: era psoriasis. No tenía ni idea de lo que era. El médico dijo:

“Esto nunca desaparecerá.”

Mi madre, que trabaja en un hospital, lo miró y dijo enseguida:

“Vamos a explorar la medicina alternativa. Si entras ahora en el sistema sanitario, te quedarás atrapado en él de por vida.”

Ese fue el momento en que comenzó mi proceso de sanación.
Empecé por la alimentación: una dieta basada en productos de origen animal, complementada con fruta. Pero a pesar de los cambios, mi piel seguía sin mejorar. Y lo mismo ocurría con mi digestión.

Fue entonces cuando lo supe: aquí hay algo más.


Emociones y perfeccionismo

Solía ser perfeccionista. Todo tenía que estar mejor, más controlado, más rápido. Siempre persiguiendo lo siguiente.
Eso me llevó lejos, pero mi cuerpo acabó agotado.

Cuando empecé a profundizar en este impulso, lo vi claramente:

Era miedo, disfrazado de control.

Comencé a explorar las raíces emocionales de la enfermedad. Lecturas, sesiones de sanación, silencio.
Y poco a poco, las piezas empezaron a encajar. Mi piel aún no había mejorado, pero había más espacio. Y más rumbo.


El avance con Plasma GaNS

Llegué a un punto en el que pensé: Estoy haciendo todo bien, ¿por qué entonces no me estoy curando?

Fue entonces cuando entré en contacto con Plasma GaNS, gracias a Silvia Hoevenaar.
Al principio era escéptico. Pero sentí algo.

Y al cabo de un tiempo, me di cuenta de lo siguiente:

  • Mi peso se estabilizó después de años de estar por debajo del peso adecuado.

  • Pude tolerar alimentos que antes me habían causado problemas

  • Recuperé la energía

  • Todo mi organismo empezó a relajarse.

Era como si mi cuerpo por fin tuviera la fuerza para hacer el trabajo de verdad.


El intestino como clave

Incluso después de esas mejoras, seguía teniendo problemas digestivos.
Eso me indicó que la causa principal era más profunda.

Me sumergí en la ciencia que hay detrás de la biopelícula: una capa de mucosa dañada en el intestino, llena de patógenos y bacterias perjudiciales.
Esto vuelve la pared intestinal porosa (síndrome de intestino permeable), permitiendo que las toxinas se filtren de nuevo al torrente sanguíneo.

El resultado:

  • Inflamación crónica

  • Un hígado sobrecargado

  • Problemas de la piel

  • Mala digestión

  • Incluso la ansiedad y la depresión

Sabía que, primero, debía sanar la biopelícula. Luego, la mucosa intestinal. Y después, desintoxicar el hígado.


La desintoxicación como trabajo espiritual

Durante el proceso de desintoxicación y la reparación intestinal, comenzó a suceder algo inesperado:

  • Viejas emociones afloraron

  • Mi mente se volvió más clara

  • Me sentí más compasivo/a conmigo mismo/a

  • Surgió una profunda sensación de calma

La desintoxicación no fue solo física. Sentí que todo mi ser se estaba limpiando a todos los niveles.

Por primera vez, empecé de verdad a centrarme en el amor propio.
No desde el “debo quererme a mí misma”, sino desde el reconocimiento de todo lo que había pasado.


El cuerpo recupera el equilibrio

Después de meses desintoxicándome, sanando y trabajando en mi interior, sentí algo que no había sentido en mucho tiempo:

Paz.

Mi piel mejoró gradualmente. Mi sistema digestivo volvió a funcionar.
Mi hígado ya no tenía que compensar en exceso.
Dormía mejor. Hacía ejercicio con más facilidad.
Y me sentía... completo.

Mi cuerpo salió del estado de lucha o huida y pasó al de descanso y digestión.
Y se notaba: en mi cara, en mi postura, en mi energía.

Mi cuerpo decía: “Gracias.”


Sanar no es un truco, es una elección de vida

La verdadera sanación nunca es solo una cosa.

Es una nutrición en armonía.
Un descanso que le da espacio a tu cuerpo.
Movimiento que libera energía.
Desintoxicación que limpia no solo tu cuerpo, sino también tus emociones.
Y trabajo interior que sana la raíz de tus patrones.

Lo que marcó la diferencia para mí fue reunir todo esto, paso a paso.
Plasma GaNS fue mi aliado silencioso en segundo plano: me aportó calma, claridad y la fuerza para seguir adelante.


Lo que quiero que sepas

Este viaje fue personal, pero no único.
Cada vez más personas se están encontrando con un muro en el sistema.
Sienten que hace falta algo más.

PlasmaGans.com no nació como un negocio. Es una misión.
Queremos recordarte: tu cuerpo quiere sanar — si le das el entorno adecuado.

Sin exageraciones. Sin curas milagrosas.
Solo una energía sutil y poderosa que favorece la calma, la depuración y la recuperación —física, emocional y energéticamente.

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